Ma. Elena Aguilar Méndez, DGB, COBAES Sinaloa, grupo 02
MCyTE, MÓDULO COMUNICACIÓN Y EDUCACIÓN, 8ª G.
TUTORA Elsa María Keinrad Ibarguengoitia
Es la preocupación del autor destacar la situación actual en el campo de la cultura, del conocimiento y de la educación debido al desarrollo excesivo de la comunicación y por las tecnologías mediáticas, a diferencia del siglo pasado que se apoyaba en relaciones materiales, augura que para este siglo XXI, sea probable que en el espacio educativo-cultural se produzca una mutación muy novedosa y con escasísimos precedentes.
Hace un recuento del siglo pasado más bien para destacar cómo es que llegamos a esta etapa de la existencia humana que se desarrolla en una esfera entre virtual y semiológica: la comunicación mediática. Con este fenómeno las instituciones, los roles personales, los individuos, las identidades y los grupos se transforma, desde la vida cotidiana, la cultura, la educación, y la economía.
Mientras en la segunda mitad del siglo XX, en lo que respecta a la cultura local se transformó a cultura de masas, cambiando las ideologías y las relaciones sociales y todo lo relacionado con la sociedad, incluso la educación. Esta cultura de masas se manifestó de manera distinta en el capitalismo: individualista y el comunista: social.
Cada cultura estableció su propio sistema de comunicación, o sistema mediático, teniendo como destinatario el colectivo de un público amplio y disperso. El medio de masas por excelencia es la televisión; pero también se encuentra la radio, la prensa, el cine. Según la escuela de Francfort tienen las siguientes características: fragmentación, uniformidad de los mensajes, selección de valores rentables, la moral del éxito y homogeneidad.
Además se vivieron etapas de desarrollo social muy diversas que marcaron la vida cotidiana, la cultura, la educación y la economía. Se globalizan los procesos mediáticos y financieros se potencia un discurso consumista tiene en las nuevas tecnologías de la información, dejar de ser un medio masivo tradicional a uno interactivo.
A finales del siglo XX situó las escuelas, y la enseñanza en general ante un nuevo escenario tecnológico, soportando la presión del cambio con crisis y contradicciones: reformas, malestar docente, insuficiencia de recursos en la mayoría de las instituciones.
Los cambios actuales de la televisión con el telespectador caminan hacia la personalización y la interactividad, y hacia la hegemonía de unos pocos de todo el discurso televisivo, siendo la digitalización que permite la tecnología; la participación real en juegos, la selección de idiomas.
La transformación de contenidos televisivos responden a un intento de atrapar la audiencia hacia delante, debido a la competitividad. Por otra parte la multimediatización es el sistema digitalizado ya que no es sólo un proceso mediático, sino un proceso sociocultural que ha derivado en lo que Castells ha denominado la sociedad-red.
Por lo que asevera que el conocimiento no solo se encuentra en las aulas de las instituciones educativas, sino también en los medios de comunicación puesto que se vive una transformación tan seria en la educación, porque las nuevas redes mediáticas, desde la televisión escolar hasta el Internet están penetrando a los centros educativos creando nuevos ambientes de percepción y construcción del conocimiento, provocando un nuevo esquema de la situación del sistema escolar tradicional que se empieza a tambalearse ante la sociedad de la información
Al respecto surgen opiniones encontradas son por un lado optimistas, los que consideran la aparición de nuevas fuentes accesibles de conocimiento dando un mayor grado de libertad de expresión y de acción, los pesimistas que dan por un hecho un fracaso social y cultural y los apocalípticos que opinan todos los cambios operan en el sentido de un invasión programada del sistema capitalista.
Las escuelas y universidades ya no son los únicos centros de la racionalidad y del progreso científico o social, son los medios de comunicación las nuevas fuentes de saber. Los media, su crecimiento continuo y su perenne ocupación del espacio-tiempo social, han venido a configurar un nuevo clima cognoscitivo y de aprendizaje y sobre todo un territorio que la escuela ya no puede acotar, convirtiéndose en una escuela fuera de contexto actual. Generando una crisis.
En respuesta a esto las escuelas y la enseñanza han tenido que cambiar el currículo en todos aspectos desde el leguaje que tendrá que ser el del lenguaje audiovisual e informático, en el rol del profesor.
La recomendación es que la enseñanza y la educación se tienen que transformar en una doble dimensión intelectual y práctica. En la primera, le corresponde una renovación de los principios que la inspiran de su filosofía y de lenguajes con los que trabaja. En la segunda se debe aplicar en una transformación profunda de infraestructuras, instrumentos, reglas y normas.
El reto sigue siendo para los docentes actualizarse, capacitarse y empezar a diseñar su trabajo en armonía con estas necesidades, no esperar a tener todo un equipo, una infraestructura ideal, pues ésta nunca será suficiente, empezar con lo que se tenga y ser innovadores al respecto.
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