Que este nuevo módulo sea de lo más grato como los anteriores.

Es un placer continuar en esta maestría en compañía de estimados lectores, con la guía de nuestra tutora y coordinadora, gracias por ello.

Módulo de Comunicación y Educación 8ª Generación 2007-II

Bienvenidos nuevos comentarios, nuevas experiencias, nuevos retos.

lunes, 22 de octubre de 2007

Martín Barbero y Rey Los ejercicios del ver.- sesión trece

Reseña de la actividad 1 sesión trece.-
MARTÍN BARBERO, Jesús “El libro y los medios, crítica de la razón dualista” (Capítulo 2) en La Educación desde la Comunicación, Editorial Norma, 2001, (pp.45-77).

El autor inicia este capítulo con un discurso que me parece de lo más razonable, sin tanto rodeo.
Si ya no se escribe ni se lee como antes es porque tampoco se puede ver ni representar como antes, sin adjudicárselo a la tecnología hoy en boga y lo justifica con la aportación de varios autores. Lo mismo hace alusión a la nueva generación como a las anteriores que se han nacido en un país nuevo. Para luego pasar a hablar de la tecnicidad mediática considerada como estrategia de la cultura, donde incluye a la escuela como quien puede aprovechar para insertarse en ella de las nuevas figuras y campos de experiencia en que se procesan los intercambios de escrituras tipográficas, audiovisuales y digitales, entre identidades y flujos, así como entre movimientos ciudadanos y comunidades virtuales.

Del desencanto radical al dualismo metafísico.
Hace la introducción a este tema que lo vuelve muy interesante, otra forma de redactar comparada a lo que he leído en este módulo en las primeras lecturas, lo siguiente.
Mientras el libro es declarado espacio propio de la razón y el argumento, del cálculo y la reflexión, el mundo de la imagen masiva es reducido a espacio de las identificaciones primarias y las proyecciones irracionales de las manipulaciones consumistas y la simulación política. Agrega además que si en la prensa escrita se gesto el espacio público, en la imagen televisiva se engendra hoy la más masificada homogeneización y el repliegue hacia lo privado.

En relación a la cultura expresa que es de los que piensan que es menos el paisaje que vemos que la mirada con que lo vemos, le parece que el alegato hablaba menos de la televisión que de la mirada radicalmente decepcionada del escritor sobre las pobres gentes de hoy, incapaces de calma, de silencio y soledad, y compulsivamente necesidades de movimiento, de luz y de bulla, que es lo que proporciona la televisión.
También refiere de la incultura y explica que, si ésta constituye la quinta esencia de la televisión se explica el desinterés y el desprecio de los intelectuales por la televisión.
Finalmente comenta de este tema que, el desencanto letrado conduce y su travesía metafísica, es finalmente al escamoteo de la política, frente a esa elegante y culta evasiva él cree que, aun en lo que concierne a la cultura audiovisual y digital, “la cuestión sigue siendo explicar para transformar, y no quedarse en la satisfacción que procura su negación informada (J. J. Bunner, 1993: 123).
Muchos de los estudios sobre recepción de televisión, menos interesados en comprender la relación entre los adolescentes y la TV que en corregir el ver de los telespectadores, que es a lo que empujan los prejuicios de quienes no ocultan su altivo desprecio hacia ese medio, es decir de quienes no miran la televisión sino para estudiarla y poder así educar el ver y el gusto de los que gozan viéndola. Desde esa mirada resulta imposible abordar un debate sobre la relación de la sociedad con los medios, capaz de insertar ahí la formación de los jóvenes como ciudadanos.

Requerirá asumir los retos culturales y políticos que plantea la brecha cada día más ancha introducida por los medios entre la sensibilidad y la cultura desde la que enseñan los maestros y aquella otra desde la que aprenden los alumnos. Al respecto afirma que sólo asumiendo a los medios como dimensión estratégica de la cultura hoy podrá la escuela interactuar, en primer lugar, con los nuevos campos de experiencia surgidos de la reorganización de los saberes, los flujos de informáticos y las redes de intercambio creativo y lúdico, con las hibridaciones de la ciencia y el arte, del trabajo y el ocio; y en segundo lugar con los nuevos modos de representación y acción ciudadanas, cada día más articuladores de lo local con lo mundial.

Comenta que en las nuevas modalidades de televisión, existen otras contradicciones a tener en cuenta. Puesto que no esta de acuerdo con la imagen que se proyectan de algunos países latinoamericanos, cargada de esquematismos y deformaciones pero también de polifonías que están realizando las subsidiarias latinas de CBS (en USA) y CNN, pues buena parte de la información que ellas posibilitan, pues en su entrecruce de imágenes y palabras se deshacen y rehacen imaginarios que, reubicando lo local, nos sitúan en un cierto espacio latinoamericano.

Rescata el papel de la radio como salvaguarda de la cultura de países como México, Brasil y Argentina al responder a un proyecto político de constituirlo en naciones modernas mediante la creación de una cultura y una identidad nacional. La radio se convierte en vocero de la interpelación que desde el estado convertía a las masas en pueblo y al pueblo en nación, además el cine en los mismos países hizo de mediación entre las culturas rurales tradicionales con la nueva cultura urbana de la sociedad de masas, introduciendo en ésta elementos de oralidad y la expresividad de ellas.
Concluye que aunque los medios interpelan y construyen una audiencia que, aunque es masiva por la cantidad de gente a la que se dirige, ya no lo es por relación a la uniformidad y la simultaneidad de los mensajes. Propone replantear la visión que identifica cultura mediática con la homogeneización cultural pues ésta es más que efecto de los medios, es condición de funcionamiento del mercado en general.

Al fin pude leer a otro de los autores que hablan de sus experiencias en investigación hechas en México, esto es muy importante porque me sitúa en un contexto no del todo desconocido y así me puedo situar con mejor facilidad en lo que yo he observado, leer de las experiencias en otros países, definitivamente es muy enriquecedor, como un referente, un complemento, pero es necesario saber de expertos qué de nuestro país, cómo ha sido observado por otros.

MARTÍN BARBERO, Jesús y Rey, Germán (Capítulos 2,3,4 y 5) en Los Ejercicios del Ver. Gedisa, 1999. (pp. 20-48).


Los desconocimientos y las pesadillas del fin de siglo radicalizan nuestro latinoamericano malestar en la modernidad, ese que no es pensable ni desde el inconcluso proyecto que reflexiona, así reza en inicio de este nuevo tema del Dr. Martín Barbero y Rey.

De alguna manera hace un llamado de atención a voltear la mirada al decir que --el des-ordenamiento cultural que atraviesa la modernidad, debido a la profunda crisis tanto de los modelos de desarrollo como con los estilos de modernización provoca que se esté resquebrajando un orden, que al identificarse con la razón universal nos impedía verlo. Desplegándose por el mundo de la globalización.

Agrega que el des-orden en la cultura introduce la experiencia audiovisual que atenta hondamente contra el tipo de representación y de saber. Es el cine con esa fuerza subversiva fabricada por la industria de Hollywood, que expandió su gramática narrativa y mercantil al mundo entero y después la televisión es el medio que mas radicalmente va a desordenar la idea y los limites del campo cultural, sus tajantes separaciones entre la realidad y la ficción, entre vanguardia y kitsch, entre los espacios de descanso y de trabajo desordenando los límites del campo de la cultura, replanteando la percepción espacio-tiempo quedando separada del territorio y la lengua; remite a los nuevos modos de estar juntos: conectados sin encontrarse.

Manifiesta que lo anterior ha traído consecuencias: la desmitificación de las tradiciones y costumbres, desmoronando la ética y modificando el hábitat cultural; sin embargo las nuevas tecnologías y su uso, son asimiladas rápidamente por las nuevas generaciones, contrario al sistema de valores y normas éticas que es recompuesto muy lentamente. El proceso protagónico de las tecnologías antes llamadas medios es cada día mayor, su instalación como elemento exógeno a las herencias culturales y a las demandas locales, la fascinación tecnológica produce cierta paradoja una de ellas es el papable deterioro de la educación formal.

Por otra parte afirma que la modernización reubica al arte, el saber académico y la cultura industrializada bajo condiciones semejantes; cada vez es menos posible sustraerse de la información y de las iconografías modernas. Actualmente los medios masivos son agentes masivos de una cultura mundial que es percibida por las nuevas generaciones ligadas a la expansión del mercado: cultura que facilita la sensibilidad e identidad conectadas a la globalización tecnológica.

Es en las imágenes de la televisión donde la representación de la modernidad se hace cotidianamente accesible a las mayorías, son las que miden el acceso a la cultura moderna en toda variedad de sus estilos de vida, de sus lenguajes y sus ritmos, de sus precarias y flexibles formas de identidad, de las discontinuidades de su memoria y de la lenta erosión que la globalización produce sobre los referentes culturales.

Corrobora lo que Omar Rincón afirma de la imagen y su impacto ante el público que las ve proyectadas en el cine y la TV, la sensibilidad que genera, las emociones que provoca con la imagen.

También reconoce que el impacto de la TV no es posible medirlo de forma inmediata sino con los téminos de la mediación social que logran sus imágenes; dichas imágenes provienen de lo que espera la gente o de lo que solicita. La TV expone los miedos de la gente, que son tanto al aumento de los índices de delincuencia como a la pérdida de la pertenencia provocada por el comercio, desapareciendo los referentes de la memoria colectiva, uniformando las conductas, erosionando la identidad, en consecuencia modificando a la cultura.

En otro tema relacionado con la oralidad cultural e imaginería popular menciona que en América Latina se están incorporando y apropiando de la modernidad sin dejar su cultura oral, sin necesariamente hacerlo de la mano del libro sino desde los géneros y las narrativas, los lenguajes y los saberes, de la industria y la experiencia audiovisual, los jóvenes articulan hoy las sensibilidades posmodernas de las comunidades virtuales, cibernéticas, debemos dar entonces el salto de la ciudad letrada a la ciudad comunicacional para comprender la estrecha simetría entre la expansión/estallido de la ciudad y el crecimiento/densificación de los medios y las redes electrónicos.

Con la presencia de la cultura oral y al audiovisual no se esta desconociendo de modo alguno la vigencia de la cultura letrada sino desmontando su pretensión de ser la única cultura digna de ese nombre y el eje cultural de nuestra sociedad.

El des-centramiento producido por la televisión evidencia las figuras mas intimas del des-orden cultural, es como si la sociedad entera hubiera tomado la decisión de autorizar a los niños a asistir a las guerras, a los entierros, a los juegos de seducción, a los interludios sexuales a las intrigas criminales, en la pantalla pequeña les expone a los temas y comportamientos que los adultos se esforzaron por ocultarles durante siglos. El flujo televisivo se construye en la metáfora más real del fin de los grandes relatos, por la equivalencia de todos los discursos-información, drama, publicidad, o ciencia, pornografía.

En lo que concierne a la escuela, ésta encarna y prolonga, como ninguna otra institución, el régimen de saber que instituyó la comunicación del texto impreso, se le atribuye una crisis a la lectura de libros entre los jóvenes provocada por la maligna seducción que ejercen las tecnologías de la imagen.

Interesante, le esta dando una total justificación al uso de las TIC a nuevos tiempos nuevas maneras de ver la vida, forma de aprender, de enseñar, de comunicarse, de informarse, de estar en contacto con otros sin el necesario deber del desplazamiento.
Ma. Elena Aguilar Méndez, DGB, COBAES Sinaloa, grupo 02
MCyTE, MÓDULO COMUNICACIÓN Y EDUCACIÓN, 8ª G.
TUTORA Elsa María Keinrad Ibarguengoitia